sábado, 13 de mayo de 2017
Pecado
Por razones desconocidas. El destino. Casualidad. Por andar de calientes o necesitados. Porque nos amamos aunque no debamos. Nada más porque sí. Hicimos el amor. O al menos lo intentamos. Es tan prohibido que ni siquiera pudimos hacerlo bien. Eran muchas variables que no nos permitían dejarnos llevar. Salí de mi casa con la mentalidad de que no pasaría nada. Luché un par de batallas contra mi propia voluntad diciéndole que no era necesario, que no era lo correcto. Que no debía pasar de una noche de copas y risas y música y amigos. No más. Pero pasó. Se nos olvidó que sólo eramos amigos. Te reíste en mi cara cuando te dije que los amigos no se besan. Ni siquiera amigos somos. No somos nada. No tenemos nada. No tenemos más que recuerdos y dolores parecidos pero con versiones muy distintas. Me pediste que no fuera tan dura conmigo misma. Que no me dijera que yo hice muchas pendejadas por ti. Que no fue así. Que tú tenías la mayoría de culpa. Y aunque sé que es verdad (como muy pocas cosas que salieron de tu boca) ni siquiera me sentí mal cuando aceptaste las mentiras. Me enfoqué más en lo que me hacía feliz. En ti diciéndome que sí te gustaba. Que sí me querías. ¿Sí ubicas que lo que hicimos fue pecado, cierto? Yo no quería faltarle al respeto a Dios. Ni a tu relación. Ni a ti. Mucho menos a mí. Quería hacer algo sin importar las consecuencias. Quería tenerte entre mis brazos y que no importara nada. Ni toda la mierda que me hiciste. Por supuesto, como el papel que te toca minimizaste todo lo malo y en tu versión no me trataste tan mal. Sólo eran mecanismos de defensa, dijiste. Yo también tengo mecanismos de defensa pero contigo jamás los use. Aunque quería no podía. Tienes un puto poder inmenso en mí que jamás voy a entender. Me haces tanto daño y me cuesta trabajo creer que ya no me importa. Además ya no duele. No de la manera en que debería doler. Debería estar sufriendo y estar haciendo algo por alejarme de ti. ¿Bloquearnos? ¿De qué sirve si tienes las putas agallas de hablarle a mis amigas y hasta a personas que ni les hablo para estar chingando? Podremos bloquearnos de cualquier tipo de contacto posible pero el sentimiento ahí está. Y ahí estará hasta que lo permitamos. Anoche fuiste más sincero que nunca. Nunca te había escuchado tan serio. Nunca te había creído. Pero esa noche por alguna razón lo hice. Te creí al menos la mitad de todo lo que dijiste. No me quedaba de otra. Tenía que admitir que por más pendejo que sonara todo, yo quería que todo eso fuera verdad. Y te creí solo por eso. Porque deseaba con toda mi alma que fuera verdad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)