lunes, 17 de marzo de 2014
Enamorada de un alien.
Un día alguien me dijo "algún día te va a aburrir y lo vas a dejar". Y hasta hoy, sigo esperando el día en que me aburra. Pero cada vez que lo veo, que lo miro, que lo contemplo hay algo nuevo que me hace que me enamore más. De verdad que anhelo el día en que me aburra. Pero ¡carajo! ese hombre está lleno de sorpresas. Y cómo aburrirse si nunca sabes qué traerá hoy. O de qué hablará. Nunca espero nada de él porque sé que nada es como me lo imagino. Y me he imaginado tantas cosas junto a él. Y es lo divertido. Que hace las cosas más inesperadas. Por eso es tan increíble. Es como algo fuera de este mundo. De este mundo tan rutinario y cliché. Por eso me encanta. Porque es de todo menos normal. Es de las cosas más raras y extrañas que conozco. Y que por alguna razón me enamoré de él. ¿Sabes? Creo en que el destino tiene escritos ciertos caminos a elegir. Y tú eres el que elige por donde irte. Tú eliges lo que crees más correcto para ti. Lo que te hace feliz. Aunque muchas veces a los demás no les parezca lo suficientemente bueno. Pero ¿qué importa? ¿De verdad debe de importar lo que los demás piensen? No creo. Y mucho menos hablando de amor. Del verdadero amor. Definitivamente, estoy enamorada de ti. Me tienes loca. Y ojalá ésto dure así de loco y raro por un buen tiempo.
martes, 11 de marzo de 2014
Miedo.
¿Nunca te ha pasado que tengas miedo
de perder a alguien que aún ni siquiera tienes? Ese miedo de que de un instante
a otro todo se vaya a la mierda y ni siquiera comience. De echarlo todo a
perder. Eso es lo que tengo. Pavor de que pase un segundo y tú ya no me
quieras. De que decidas marcharte y me dejes sin nada. Y me quede vacía. Y que
hagas como si nada hubiera pasado. Y que yo no pueda olvidarte y tenga que
sufrir por cientos de días otra vez por alguien. Y no. Yo no quiero eso para mí
de nuevo. Yo no lo merezco. Y por eso tengo miedo de ser otra vez la que pierda.
De ser la que siempre de más de su parte y que al final sea la estúpida que
siempre quiso más. No, así yo no quiero. Quiero que las cosas sean justas.
Quiero que te mueras por mi tanto como yo lo hago por ti. Quiero que todo sea
equivalente y proporcional. Quiero que seas capaz de hacer las mismas cosas que
yo haría por ti.
Y se me hace tan pendejo...
Lo único que quiero es saber
que eres feliz. Aunque eso signifique alejarme y que ya no sepas nada de mí. Te
mereces a una mujer decidida, segura, que sepa lo que quiere. No a una niña que
llora por cualquier ridiculez. Y quién sabe si alguien más sería capaz de
aguantar lo que he aguantado. Y no ha sido mucho, precisamente porque casi no
te veo. Y me tienes cuando quieres. Y se me hace tan pendejo. Y me siento tan
pendeja. Se me hace tan pendejo haberte visto 15 o 20 días de 293 que llevamos
siendo lo que somos. Si es que somos algo. Y se me hace tan pendejo no saber ni
lo que somos. Y llegar a creer que no me quieres por solo dejarme llevar por lo
que dicen los demás. Sus estereotipos y reglas patéticas que implica la absurda
sociedad. Pero tirarle mierda a la sociedad es muy cliché. Pero en fin. El
punto es que podríamos ser lo que nosotros quisiéramos. Porque amor nos sobra.
Pero no sabemos cómo aplicarlo. Podríamos serlo todo. Podríamos ser.
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