martes, 1 de julio de 2014
Debí...
Cuántas cosas debí haber hecho y otras tantas que no debí. No debí haberme quedado callada. No ante tan hermosos ojos. Pero quién puede decir más de 5 palabras cuando frente a ti está la persona más maravillosa que conoces. El que más quieres, el que más aprecias, el que más te gusta. Por el que harías de todo. Debí haberte tomado de la mano y decirte te quiero, decírtelo mil veces hasta que te aburrieras y me callaras con un beso. Debí mirarte más la mirada. Debí evitar que tu mirada me pusiera nerviosa e intentar simular mirando los árboles o las estrellas, o los simples alto de las esquinas. Debí acariciar tu piel durante más tiempo. Debí leerte mil poemas y muchos más que mil. Debí admirar con más exactitud tu aroma para nunca olvidarlo. Debí cantarte cada vez que me lo pedías y no morirme de vergüenza ni esconderme en mi felicidad de lo sencillo que es estar junto a ti. Me arrepiento, me arrepiento. Me arrepiento de no haber disfrutado más, mucho más, cada pedacito de ti. Cada trocito que me he robado o tú me has regalado, quién sabe, pero que de alguna manera obtuve de ti. Amo cada parte de tu rompecabezas. No importa qué tan difícil sea a(r)marlo. No hace falta comprenderlo. Sólo admirar lo sublime que es.
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