lunes, 17 de julio de 2017

Carta para quien me rompió la vida

Hola, esta carta es para ti. Con todo lo que no te pude decir por miedo o vergüenza o por falta de oportunidad. Porque durante estos dos años hemos tenido muy pocas ocasiones en las que nos quitamos las máscaras y enfrentamos la realidad. Para ti que me has destrozado de una y mil maneras. Desde un principio supe que todo estaba mal. Que relacionarme contigo estaba mal, fuera de la manera que fuera. Siempre supe que ya estabas en una relación, eras imposible para mí. Lo raro es que siempre fui consciente de que no ibas a terminar con ella. Y lo peor es que eso dejó de importarme. Lo que no soporté fue tomarte de la mano y acariciarte el rostro y pensar en que ella puede hacer eso todo el maldito tiempo que quiera. Y yo tuve que esperar 21 meses para poder hacerlo. Muchas noches lloré hasta quedarme dormida. Y no era la primera vez. No eres la primera razón por la cual lloro todo un mar de lágrimas. Sin embargo, esta razón es la peor que he tenido en mi vida. He estado mal, muy mal. Se me olvidó la moral, se me olvidaron los valores. Perdí todo lo que me hacía ser buena persona, buena mujer, todo por estar contigo. Aunque sea un ratito. No soporto la idea de que te dejé hacerme todo el daño que tú quisieras. Según tú me hacías daño para alejarme y que te dejara en paz, como tu mecanismo de defensa, pero al protegerte a ti a mí me partías el alma en pedacitos. Pedazos que he tratado de cocer a base de vicios y personas que no han sabido reparar el dolor o llenar el vacío porque simplemente no eres tú. No son ellos los que deben sanarme. Incluso tú tampoco podrás sanarme nunca. Yo voy a sanar solita el día que pueda escuchar tu nombre, verte pasar y no sentir que se me doblan las piernas y que se me va el aire. He tratado de huir de ti de mil maneras. Nada funciona porque siempre nos volvemos a encontrar. Hacerte el amor y que tú sólo me cogieras también dolió mucho. Besarte hasta el alma y que tú sólo pusieras tus labios con los míos. Quiero arrancar tus recuerdos y tus mentiras y todo lo que tenga que ver contigo. No entiendo por qué me hiciste esto. Por qué me hice esto. El rencor y el odio estuvieron presentes por un buen rato. Quería hacerte daño. Que sufrieras más de lo que yo había sufrido. Pero ya no. Me di cuenta que no me haría sentir mejor en ningún nivel el hecho de que tú estuvieras igual de mal o peor que yo. Dejé de mentarte la madre mentalmente y empecé a pedirle a Dios por ti. Le pedí que me ayudara a soltarte. Que te cuide a ti, a ella, a tu familia. Que cuide todo de tu vida. He pedido que te pasen puras cosas buenas y que te vaya bien en todo. Y eso es lo único que quiero, que te vaya bien, que te des cuenta de que en realidad nunca necesitaste nada de mí porque ya tenías a una persona que te ama y respeta y haría todo por ti. Ya eras de alguien y alguien ya era para ti, no había necesidad de buscarme o hacerme creer que serle infiel se justificaba porque sí era amor. Nunca te voy a creer que nos quisiste a las dos al mismo tiempo. Nunca te voy a creer que sí era amor. De mi parte sí lo fue. Por ahora lo único que quiero es pedirme perdón. Y, de hecho, también te quiero pedir perdón a ti. Sé que te causé problemas y algo de desmadre en tu vida. Pero nunca quise hacerte daño. De ningún modo. Espero podamos salir de esta. Cada uno a su manera. Y que pronto dejemos de chingarnos la vida. Ya nos dimos muchos putazos emocionales. Como que ya fue suficiente ¿no? Ambos debemos seguir nuestros respectivos caminos, el uno sin el otro. Sé que vamos a estar bien. Gracias por los (pocos) buenos momentos que tuvimos. Aprendí a desconfiar de la gente y a no creer tan fácilmente pues cualquiera puede mentir o exagerar una verdad. Deseo de todo corazón que tu vida esté llena de logros y éxitos y que tú y tu novia sean muy felices.

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